La primera aparición de Trunks en Dragon Ball Z es uno de los momentos más icónicos de toda la franquicia. Freezer ha llegado a la Tierra como un cyborg y se prepara para aniquilar el planeta por venganza, y con Goku aún desaparecido, todo parecía perdido.
Es entonces cuando Trunks aparece literalmente de la nada, se convierte en Super Saiyajin (la segunda vez que ocurre en la franquicia) y acaba rápidamente con Freezer y sus secuaces. Fue una de las escenas más impactantes y divertidas de la serie hasta ese momento. Trunks no tardaría en revelar a Goku que es el futuro hijo de Vegeta y Bulma.
Según una entrevista con los editores, Toriyama aún no había decidido quién era exactamente Trunks cuando apareció por primera vez. La entrevista repasa el proceso de Toriyama y cómo no le gustaba hacer planes a largo plazo, pero sí sorpresas. Cuando la historia parecía estancarse en un punto de la trama, Toriyama escribía algo nuevo para salir de él.
Cuando Trunks apareció por primera vez, aniquilando sin esfuerzo a Freezer, nadie -ni siquiera Toriyama- tenía aún decidido quién era exactamente. No había un plan a largo plazo para que fuera el hijo de Vegeta y Bulma. Fue solo después que Toriyama hizo esta conexión y declaro: «de acuerdo, Bulma se casa con Vegeta».
Para los editores, esto fue un shock total. Hasta ese momento, Bulma no había mostrado ningún interés particular por Vegeta, por lo que la revelación de que iban a tener un hijo les dejó atónitos. Algunos sugirieron que la relación debía explicarse con más detalle, pero Toriyama, con su habitual estilo espontáneo, se lo quitó de encima con un despreocupado «eh, más o menos».
Ésta era su filosofía: no planificar demasiado, introducir ideas de repente, y si algo resultaba inconveniente o aburrido, cambiarlo sobre la marcha. Su objetivo era siempre sorprender al lector y, al mismo tiempo, simplificar al máximo su propio trabajo.