El mundo de One Piece es vasto y explora una plétora de elementos que hacen que su mundo y la construcción de la historia sean profundos y pronunciados.
Sin embargo, a pesar de su vasto mundo y su increíble historia, a la serie le falta un aspecto que en un principio se habría considerado obvio: la presencia de los cazarrecompensas.
Aparte de los piratas y los marines, los cazarrecompensas habrían hecho mucho más profundo el mundo de One Piece, ya que explorarían los deseos y las prioridades de distintos subgrupos de personas, cada uno con poder por derecho propio. Además, los cazarrecompensas serían un grupo de personas que no son leales ni a los marines ni a los piratas, sólo a las recompensas que consiguen.
El misterio de los Cazarrecompensas
Con todos los personajes de One Piece, una pregunta flota en el aire: ¿dóndeestán todos los cazarrecompensas? O más bien, ¿dónde se han metido? Curiosamente, los cazarrecompensas ya existían en la historia de One Piece al principio de la serie. Antes de que Zoro se uniera a los Sombrero de Paja, era conocido como cazarrecompensas, ya que atrapaba piratas y reclamaba sus recompensas, aunque solo lo hiciera para alimentarse y sobrevivir.
Además, aunque sólo fue un arco de relleno, el Arco del Cazador de Hielo mostró con fuerza la presencia de los cazarrecompensas en la historia de One Piece. En el arco, Don Accino, el usuario del Atsu Atsu no Mi, era un exitoso cazarrecompensas con tripulación en . Había capturado a muchos piratas y colgado sus banderas como muestra de victoria. Al enfrentarse a los Sombrero de Paja para reclamar sus respectivas recompensas, la tripulación de Don Accino acabó perdiendo, pero les plantó cara e incluso consiguió robarles su Jolly Roger.
Piratas vs. Cazarrecompensas
Sin duda, enfrentar a piratas y cazarrecompensas se habría convertido en una intensa rivalidad que superaría a las presentes en la actual One Piece. Al fin y al cabo, los cazarrecompensas se ganan la vida capturando piratas para intercambiarlos por recompensas con los marines. Por desgracia, esta rivalidad natural nunca llegó a desarrollarse, al menos no de forma destacada.
En las primeras partes de la serie, Baroque Works sirvió como una importante organización de Cazarrecompensas, pero incluso ellos perdieron de vista la verdadera caza de recompensas y quedaron relegados a nada más que secuaces de Crocodile que pretendían apoderarse de un país. En lugar de ceñirse a la caza de recompensas, Baroque Works acabó por acentuarse como organización criminal.
Con la grave falta de cazarrecompensas y el uso prominente de las recompensas en la serie, surge la pregunta de por qué se dan recompensas a los piratas en lugar de simplemente etiquetarlos como peligrosos y asignarles niveles de peligrosidad. Teniendo todo esto en cuenta, los civiles normales serían totalmente incapaces de capturar piratas, y si los marines capturan piratas, serán vistos como héroes en lugar de recibir la recompensa como premio. Además, los propios piratas no podrían reclamar recompensas a los marines, pues ya se les tacha de «malvados» e «injustos».
Un mundo lleno de recompensas pero pocos Cazarrecompensas
¿Para qué dar una recompensa si no hay nadie que la reclame? ¿El objetivo de dar una recompensa a un pirata es demostrar lo peligroso que es? Sólo Eiichiro Oda puede responder realmente a estas preguntas, pero, poniendo en perspectiva el ya de por sí profundo lore de One Piece, los cazarrecompensas podrían haber quitado protagonismo a los principios de libertad y orden que encarnan piratas y marines, respectivamente, ya que ocuparían un término medio moralmente más ambiguo entre ambas fuerzas.
Siguiendo esta línea de pensamiento, las recompensas emitidas por los marines funcionan más como símbolos de estatus que como incentivos para capturar a un fugitivo. Pero incluso la idea de que los marines concedan «trofeos» en forma de recompensas a los piratas contrasta irónicamente con su forma de justicia.
Si los cazarrecompensas estuvieran presentes, desafiarían esta dinámica convirtiendo las recompensas de insignias de honor en apuestas más mortíferas que realmente permitirían que sólo los piratas más peligrosos se sintieran cómodos llevando recompensas de cantidades significativamente grandes.
Esto también eliminaría rápidamente a los débiles de entre los fuertes, ya que personajes como Buggy y Usopp sentirían más indignación con sus recompensas que orgullo. Además, sería divertidísimo tener a personajes como Usopp siendo perseguidos por sus recompensas y que desearan que sus recompensas fueran inferiores a las asignadas.
En conclusión, tener recompensas sin suficientes formas de cobrarlas supone una laguna en la serie, y de ahí se podrían haber sacado muchos giros únicos. Además, tener cazarrecompensas habría dado mucha más importancia al concepto de las recompensas. La temible reputación que conllevan las recompensas elevadas ya no se limitaría a la mera notoriedad, sino que se convertiría en una amenaza constante que pondría en aprietos incluso a los piratas más fuertes.