KAIJU NO. 8 – Por qué KAFKA es un gran protagonista

Kaiju No. 8 es un moderno anime de acción shonen que ha causado sensación en todo el mundo por su fascinante mundo, su increíble acción, su brillante ritmo y sus entrañables personajes.

Aunque sigue los pasos de muchas series similares que le han precedido, en cuanto a la construcción del mundo y los sistemas de poder, su forma de presentarlos a los espectadores supone un soplo de aire fresco. Uno de los mejores aspectos de esta serie es su protagonista, Kafka Hibino.

Aunque muchos de sus rasgos de carácter no son exactamente únicos, en el sentido de que ya se han hecho antes, la forma en que Kaiju No. 8 los lleva a cabo es refrescante, cautivadora e hilarante. Veamos, pues, quién es Kafka como personaje y por qué es uno de los mejores protagonistas del anime moderno.

Una historia de fondo convincente


Desde que era un niño, Kafka soñaba con entrar en una división oficial de la Fuerza de Defensa para poder acabar con tantos Kaiju como fuera posible. Después de ver el dolor y la destrucción que causaban, su determinación era firme, lo que le llevó a jurar a su amiga de la infancia, Mina Ashiro, que acabaría uniéndose a la Fuerza y convirtiéndose en sus 2 luchadores más duros.

Sin embargo, su vida dio un giro drástico. A pesar de presentarse varias veces a las pruebas para unirse a la Fuerza, Kafka siempre acababa fracasando, lo que le llevó a trabajar en el equipo de limpieza de Kaiju, yéndose a la cama cada noche pensando en cómo había llegado a esto. Se trata de una asombrosa configuración de su personalidad, ya que es muy diferente de cómo se retrata a la mayoría de los protagonistas de shonen, ya que normalmente se someten a un entrenamiento agotador o nacen dotados, lo que hace que su ascenso al poder sea relativamente fácil.


El viaje de Kafka es mucho más realista. En lugar de ser un guerrero mítico o una anomalía genética, es un tipo normal que quiere hacer muchas cosas, pero que al principio es incapaz, lo que le convierte en un soplo de aire fresco muy necesario en el clima actual del shonen, ya que diferencia a Kafka de los demás.

Debido a ello, el duro trabajo y entrenamiento de Kafka para convertirse en alguien digno de estar codo con codo con su amiga de la infancia hace que los fans le apoyen en todo momento. Aunque no es más que una persona normal y corriente, el duro trabajo que realiza le hace increíblemente identificable y los seguidores de la serie acaban simpatizando aún más con el personaje, ya que muchos pueden incluso verse reflejados en él.

Él confía en sí mismo


A pesar de haber suspendido la prueba para unirse a la Fuerza de Defensa en múltiples ocasiones, Kafka acabó demostrando ser lo bastante resistente como para unirse a ella por fin, a pesar de que superaba con creces la edad del resto de reclutas. Sin embargo, cuando por fin se unió a sus filas, batió el récord de tener la liberación de poder más baja de la historia de la Fuerza. A pesar de que su poder alcanzaba el 1%, Kafka nunca dejó que eso le impidiera cumplir con sus obligaciones.
Su falta de poder le impedía utilizar el traje de poder y las armas de la Fuerza con eficacia. Aunque entonces tenía sus poderes Kaiju, que le permitían superar incluso a sus compañeros más fuertes, Kafka nunca los dejó ver, sino que siempre se apoyó en sus conocimientos sobre la biología de los Kaiju para ayudar a sus compañeros. A diferencia de muchos otros protagonistas shonen, Kafka siempre está dispuesto a desempeñar el papel de apoyo, sin que necesariamente se le dé la oportunidad de matar al gran monstruo a pesar de tener el poder para hacerlo.

Esto también pone de relieve la mente táctica de Kafka. Los años que Kafka pasó en el equipo de limpieza Kaiju demostraron ser inestimables, ya que reforzaron su nivel de conocimiento de la biología Kaiju hasta un punto superior al de todos los demás miembros de la Tercera División. Aunque no tiene el poder para luchar ni siquiera contra un Yoju en su forma básica, sus conocimientos han demostrado ser vitales en muchas ocasiones, ya que está encantado de proporcionar ayuda a su equipo en lugar de robarle la gloria.

Sin embargo, cuando la situación se complica y no ve otra salida, Kafka se transforma en su poderosa forma Daikaiju, la del Kaiju nº 8. Esta forma es la que utiliza para luchar contra los Yoju. Esta forma la utiliza como último recurso y normalmente cuando él o su equipo se encuentran en una situación increíblemente desesperada, como cuando la batalla contra el Kaiju nº 10 dio lugar a una enorme bomba Kaiju que habría destruido la ciudad si Kafka no hubiera intervenido.

Un personaje divertido y adorable



El humor se ha utilizado durante mucho tiempo en todos los medios para conseguir que a los fans les gusten los personajes. Sin embargo, la aplicación del humor a la personalidad de Kafka es una de las mejores que se recuerdan. Como muchos protagonistas shonen, Kafka tiene una personalidad infantil y a menudo estúpida, aunque nunca se exagera hasta el punto de resultar molesta o frustrante.

La forma en que Kafka se muestra como un personaje hilarante nunca disminuye su arco o desarrollo, ya que siempre es serio cuando necesita serlo y relajado cuando hay espacio para ello. Sus desternillantes payasadas, así como el hecho de que sea el blanco de las bromas de sus amigos, siempre caen bien, ya que nunca hay malicia o negatividad detrás de estos momentos, lo que hace de Kafka un personaje increíblemente divertido, simpático y cercano del que los fans se han enamorado.